Un cadáver aparentemente asesinado es sacado del mar frente a la costa de la isla volcánica de El Hierro. Díaz, un empresario local con un pasado turbio, es arrestado como principal sospechoso. Candela, jueza contundente y temperamental, sancionada y desterrada a Hierro, toma su primera decisión polémica: liberar a Díaz bajo fianza. Esta elección tan impopular provoca la desconfianza de los isleños. Candela cree firmemente que debe cumplir con su deber y seguir la ley por encima de todo, incluso si entra en conflicto con sus propios instintos. Mientras tanto, Díaz intenta atrapar al culpable, demostrar su inocencia y averiguar quién lo ha tendido, sin importar lo que cueste. Diametralmente opuestos pero decididos a descubrir la verdad, ambos bandos emprenden un viaje emocional y físico al infierno.