Buried

En 1969, Susan Nason, de 8 años, fue asesinada. El caso tardó veinte años en resolverse, hasta que Eileen Franklin, una amiga de Susan, recordó de repente que ella fue testigo del homicidio: el asesino fue su propio padre.

George Franklin se convierte en la primera persona acusada de asesinato basado en un recuerdo reprimido. Su equipo de defensa ataca la credibilidad de su hija y la credibilidad de los recuerdos en general.

Los miembros de la familia Franklin testifican sobre el abuso que sufrieron cuando eran niños. El equipo de la defensa sugiere que Eileen conspiró con su hermana y su madre para condenar a George como un acto de venganza.

Las mujeres comienzan a recordar sus propios recuerdos reprimidos de traumas olvidados. Eileen se convence de que su padre estuvo involucrado en otros asesinatos. Los detectives investigan una nueva pista.