La Patrona

Gabriela es una minera que detecta fallas en la seguridad de la mina San Pedro. Antonia, la dueña del lugar, es una despiadada mujer que quiere que su hijo Alejandro se haga cargo del negocio. Gabriela y Alejandro quedan atrapados en un derrumbe.

Alejandro y Gabriela son rescatados por Tomás. El padre de la minera ahora está rico y no quiere que ella se arriesgue más en la mina. Alejandro se queda en San Pedro, visita a Gabriela y la ve saliendo de la ducha, provocando los celos de Fernando.

Tomás entrega su renuncia, pero antes, como jefe de los mineros, despide a Gabriela para evitar que muera en otro derrumbe. Ella vuelve a la mina y le pide su trabajo de vuelta a Alejandro. Él acepta, sin poder disimular lo que siente por ella.

Antonia interroga al pequeño David para saber quién es su padre. Además, quiere investigar si el Tigre ha estado robando oro de su mina. Fernando tiene una horrible pesadilla en la que ve a su madre, la Patrona, asesinando a su padre, Marcos Beltrán.

Irene y Alejandro hacen el amor, mientras que Gabriela sueña que disfruta de una noche de pasión con su patrón. Ante las acusaciones de Antonia, la minera defiende con entereza a su padre. Fernando sigue atormentado y busca el consuelo de su madre.

Los hermanos Beltrán se mueren por estar cerca de Gabriela. Alejandro la invita a cenar. Al regresar a casa, no aguanta las ganas y la besa. Fernando no soporta verlos juntos, habla con su madre y le confiesa que él fue quien violó a Gabriela.