Los gemelos decoran dos veces

Los hermanos deciden que no hay reglas en esta competición y, como primer desafío, empiezan con los salones y los accesos delanteros.

Jonathan y Drew reforman cada uno su cocina y su salón pero dan con problemas estructurales y de espacio.

Los hermanos renuevan las habitaciones. Drew cree que se ha metido en camisa de once varas mientras que Jonathan intenta seguirle el ritmo.

Los hermanos se enfrentan en el desafío y Jonathan hace todo lo posible para conseguir la victoria.

La competición sin reglas de Jonathan y Drew está casi completa y, al final, el hermano que obtenga más beneficios con la venta celebrará la victoria.