Riviera

Constantine, director del banco Clios y marido de la curadora de arte, Georgina, muere en la explosión de un yate. Entonces, Georgina debe averiguar en qué familiar del difunto puede confiar para que la ayude a determinar si el suceso se trata de un accidente, un asesinato o incluso si Constantine sigue vivo.

Georgina descubre que la Interpol está investigando a Constantine por lavado de dinero y falsificación de obras de arte, hecho que, inesperadamente, se relaciona con un una vieja amistad suya. Además, en un intento por salvar el Banco Clios, la exesposa de Constantine se va a la cama con un conocido criminal.

Georgina encara al falsificador de Constantine en busca de respuestas sobre lo que hacía su marido en el yate. ¿Podría acaso la verdad estar escondida en la habitación de seguridad que él había instalado recientemente? Entretanto, el único superviviente del yate despierta.

En la habitación de seguridad, Georgina descubre pruebas que vinculan a Constantine en una secreta alianza con un misterioso coleccionista de arte, Jon Brandeis, quien puede saber la verdad sobre la muerte de su marido, pero, ¿podrá encontrarlo? Por otro lado, Delormes da, de casualidad, con dos asesinos que pueden estar vinculados en el caso.

Irina organiza una gala en la mansión, y Georgina aprovecha la instancia para interrogar a la única persona que considera clave en el descubrimiento de las actividades delictivas de Constantine. Entretanto, la chica que sobrevivió a la explosión se cuela en la fiesta, pero, ¿a quién o qué estará buscando?

Como consecuencia del asesinato, la policía interroga a la familia. Por su lado, Georgina comienza a sospechar que Adam tiene algún tipo de conexión con el asesino. Entretanto, la investigación de la Interpol del oficial Jukes se acerca cada vez más al objetivo.