Cansada de las estrictas reglas del Sr. Kraft, Sabrina crea una poción para hacerlo actuar como un adolescente.
El regreso de Salem a la forma humana es efímero, gracias a Roland el Gnomo y los deseos desconocidos de Sabrina.
Sabrina y su tía usan la magia para mostrarle a una maestra injusta que quien a hierro mata, a hierro muere.
Un momento vergonzoso deja a Sabrina con la cara colorada.
Los celos sacan lo mejor de Sabrina cuando Harvey y Libby se juntan para un proyecto de la escuela.