En el estreno de la segunda temporada, Jason y el equipo Bravo se dirigen al Golfo de Guinea para rescatar a rehenes estadounidenses después de que militantes armados tomaran una plataforma petrolera.
El equipo Bravo se asocia con la Marina mexicana para cazar al jefe de uno de los cárteles de la droga más poderosos y letales de México.
Jason y el equipo Bravo viajan a Arabia Saudita, donde los extremistas se han apoderado de una fuente de agua subterránea y amenazan con liberar ántrax en el suministro de agua. Además, Ray contempla unirse a otro equipo.
Después de ser emboscados, el equipo SEAL sospecha que alguien de adentro está filtrando información al cártel.
El equipo Bravo sigue las pistas que le llevarán a Andrés Doza, el jefe de uno de los cárteles de la droga más poderosos y letales de México.