Cuando, inesperadamente, Robin, a quien no le gustan los niños, se lleva bien con el hijo pequeño del hombre con quien está saliendo, ella decide que es demasiado serio y que debe buscar una manera de decepcionar al niño.
Cuando el CSI investiga a una víctima de asesinato, las pistas conducen a un infame vendedor de bromas asesinas, “el alegre Larry”. Mientras tanto, Danny trabaja en un caso relacionado con un chico de su vecindario.
Lilly y el equipo reabren el caso de 1989 sobre el asesinato de una prodigiosa cantante de ópera rusa, quien desertara con su familia a los Estados Unidos.
Cuando Rosemary Tennant es arrollada y dejada a su suerte, Patrick investiga a su antigua psíquica quien asegura haber predicho la muerte Rosemary.
El equipo capitaneado por Horatio Caine intenta buscar las pruebas que incriminen a Stephen Rowe, un aguerrido defensor de la supremacía de la raza blanca que recientemente ha sido absuelto en un proceso que se le acusaba del asesinato de su mujer.