Checo

Mientras lucha por el segundo lugar del campeonato contra Sainz y Leclerc, Checo nunca deja de soñar con el título. Vivimos su día a día en este fin de semana donde el calor es agobiante y las exigencias físicas son extremas. Sería una gran sorpresa que a Max Verstappen, su coequiper en Red Bull, el primer lugar se le escapara. Sería algo épico en la Fórmula 1. Pero si alguien puede contradecirlo, es Checo y el momento es ahora.

Checo es el favorito del público allí, pero Japón es un circuito en el que las cosas no se le han dado. Es un fin de semana especial para él. Claro que su motor Honda RB18 vuela en su casa y él está cada vez más obsesionado con él. El uno-dos prácticamente aseguraría el campeonato de constructores para Red Bull, ¿pero en qué orden? A Checo se lo considera un paciente estratega que sabe elegir su momento, y tiene una corazonada.

En un circuito donde ya hizo podio el año anterior y a una semana del GP de México, y al que él considera su segundo gran premio local por la cantidad de fans mexicanos, Checo debe dar un golpe sobre la mesa. Con su coequiper virtualmente campeón del mundo, cree que ha llegado su hora. Checo se prepara física y mentalmente para llegar a su “casa”.

Con su gente, el RB18 en su mejor momento y en el autódromo con el que soñó siempre, Checo sabe que nunca estuvo tan cerca de la anhelada victoria en casa. Red Bull siempre ha dejado entender que haría todo lo posible para que Checo se corone en el circuito Hermanos Rodríguez y escuchar el himno nacional mexicano en lo más alto del podio. Claro que Max Verstappen no sabe salir segundo.