El increíble Dr. Pol

En el primer episodio, conocemos al Dr. Jan Pol quien, junto con su esposa Diane, dirige una próspera clínica veterinaria ubicada en la zona rural del centro del estado de Michigan. Tan trabajador como excéntrico, el Dr. Pol es un personaje legendario en la comunidad local gracias a su enfoque tradicional y práctico para la atención de los animales.

En el segundo episodio, el Dr. Pol, asistido por su hijo Charles, se enfrenta a varios casos difíciles, incluyendo un perro policía que está aletargado y bajando de peso sin razón aparente y un agresivo terrier que parece tener las patas rotas aunque la radiografía muestra que están sanas.

En el tercer episodio, acompañamos al Dr. Pol y a su hijo Charles a una granja en donde debe ver si las ovejas tienen NPO (neumonía ovina progresiva) mediante un procedimiento que exige que Charles, que no está en muy buena forma física, luche para mantener quietas a las ovejas para que su padre les pueda tomar una muestra de sangre.

En el cuarto episodio, el Dr. Pol y su colega, la Dra. Brenda, tienen que atender una gran cantidad de casos y varias emergencias. La agenda del Dr. Pol está llena de mascotas enfermas, que incluyen a un cachorro en muy mal estado, a un perro con síntomas de parvovirus, otro perro con sarna crónica y un bulldog francés que llega a la clínica en estado crítico.

Después de 31 años de trayectoria profesional, el Dr. Pol, que trabaja junto con su equipo, está más ocupado que nunca. Entre atender a un faisán con una pata rota y coserle la boca a un perro que, literalmente, se comió la tarea de su dueño, un alerta de tornado obliga al Dr. Pol y a su equipo a encerrarse en un sótano hasta que pase la tormenta.

La fiebre de primavera atacó al Dr. Pol y su equipo en la clínica veterinaria. Los clientes y animales aguardan pacientemente en una sala de espera rebosante mientras el Dr. Pol y la Dra. Brenda los van atendiendo uno por uno. La Dra. Brenda se arremanga y se arrodilla para atender a una vaca de casi una tonelada y demuestra que no tiene nada que envidiarle a nadie.