Shasha y Milo

Shasha quiere experimentar todo lo que el mundo humano tiene para ofrecer. Su curiosidad también desata un antiguo ejército de guerreros de cristal y da como resultado la primera confrontación cara a cara de los guardianes con el villano Luca.

Shasha en forma de gato es arrebatada por una gigantesca guerrera de cristal obsesionada con los gatos. Para liberarla, Milo necesita aprender a ser el gato perfecto y se ve obligado a buscar ayuda de la gatita Yuna, que desconfía de los humanos.

Después de un incidente apestoso en la lonchera, Shasha se siente como una extraña en el mundo humano hasta que encuentra un alma gemela en la nueva "arma secreta" de Sundae llamada Frankengato, y se da cuenta de que ser diferente no es tan malo.

Cuando Milo gana boletos para la gran reapertura del festival de Isla Creciente, sus planes de diversión se ven frustrados por la llegada de los malvados secuaces Symon y Vera, quienes tienen la tarea de destruir la nueva atracción de "diversión humana".

Bong Bong se convierte en el héroe del momento cuando los secuaces de Luca irrumpen en un espectáculo de talentos animales. Armados con un dispositivo sónico, los secuaces provocan un frenesí descontrolado de canto y baile entre los perros.

Milo está deseando pasar un buen rato con el tío Leo sin Shasha, para molestia de ella. Milo debe conseguir que la malhumorada Shasha vuelva a su lado, antes de que los secuaces usen un megaimán para destruir la presa local y acabar con la ciudad humana.