En Washington DC, 1935, la Segunda Guerra Mundial ya es inminente en el horizonte. Un Japón cada vez más militarizado ha empezado a utilizar una nueva máquina para encriptar mensajes militares y diplomáticos ultrasecretos, y los criptoanalistas de Estados Unidos están atónitos con el dispositivo, el cual llaman en código la Máquina roja. Su única oportunidad para revelar el nuevo cifrado es lograr que alguien se acerque a uno de estos dispositivos, analice cómo funciona y luego se vaya sin que la milicia japonesa sospeche jamás que la máquina ha sido expuesta de forma alguna. Para realizar el trabajo, la Oficina de Inteligencia Naval (ONI) fuerza a un descarado aunqueencantador ladrón profesional de nombre Eddie Doyle y le ordena allanar el departamento en Washington DC de Ichiro Schimada, un trabajador de la marina japonesa, quien tiene una de las máquinas. La ONI obliga a Doyle a trabajar con el teniente Ellis Coburn, un espía militar misterioso que parecetotalmente desprovisto de emociones humanas. Coburn ha pasado los últimos siete años en un exilio autoimpuesto, realizando trabajo doméstico en lugares remotos y aislados. Eddie descubre gradualmente que Coburn se disparó después de cometer un devastador error mientras estaba en Tokio, siete años atrás. En vez de arriesgarse a herir a alguien más, Coburn se alejó de la vida y la gente. Pero a medida que Coburn y Eddie planean el golpe, Coburn encuentra a varias personas de su pasado en Japón y finalmente se ve obligado a asumir la responsabilidad por sus acciones, especialmente su relación con una mujer de nombre Naomi, quien es la esposa de Shimada. Mientras más ve Coburn a Naomi, es menos capaz de mantener su fachada de hielo y lentamente se abre con Eddie, encontrando en él a un amigo y aliado. Eddie y Coburn eventualmente se dan cuenta de que son necesarios para algo más que el trabajo con la Máquina roja, y que van a ser traicionados por las mismas personas que los reunieron. Eddie y Coburn descubren cómo pagar con la misma moneda a los traidores pero deben jugar un juego arriesgado de engaños que exige que confíen en ellos mutuamente de una forma en que ninguno de ellos ha confiado en nadie jamás.