Encuentran el cuerpo de una mujer de unos veinte años cerca de un complejo de invernaderos en la ciudad de Muyoung. El asesino, como firma, le ha rajado las comisuras de los labios. Impulsado por la ira, el detective Ryu Sung-Joon se embarca en una búsqueda implacable y captura al sospechoso, quien, a pesar de toda la evidencia en su contra, se declara inocente y exige un juicio por jurado.

La evidencia en su contra identifica a Jung Man-Chun como el asesino. Es declarado culpable por decisión unánime de los nueve miembros del jurado, y el juez Ryu Sung-Hoon lo sentencia a cadena perpetua. Esa noche, los miembros del jurado se reúnen para cenar en el restaurante de Charles.

Tras un violento enfrentamiento, Ryu Sung-Joon y Jung Man-Chun resultan hospitalizados. Mientras se recuperan, aparece el cuerpo de otra mujer en un parque, con la misma firma macabra que la primera víctima. ¿Se trata de un imitador o el verdadero asesino sigue suelto?

Baek Moon-Gang quiere vengarse de Jung Man-Chun por la muerte de su hija y lo enfrenta en el hospital. Sintiéndose amenazado, Jung Man-Chun revela una verdad impactante: una persona llamada "Yoon-jae" fue quien planeó todo. Moon-Gang recuerda a un niño con el número 13 del "Centro de Bienestar Esperanza" y comienza a sospechar que Ryu Sung-Joon podría ser ese niño.

Ryu Sung-Joon se da a la fuga tras ser acusado del asesinato de la familia de Jung Man-Chun. Jo Eun-Ki es la única dispuesta a ayudar y lo esconde en un depósito en su centro de cuidado infantil. Eun-Ki le pide ayuda a Ryu Sung-Hoon, quien acepta encontrarse con Sung-Joon.

Los hermanos colaboran en secreto para encontrar al verdadero asesino, "Yoon-jae", y limpiar el nombre de Sung-Hoon. Mientras buscan al asesino, una niña del centro de Jo Eun-Ki, Yu-na, es brutalmente atacada. Sung-Joon identifica al sospechoso, Choi Soon-Gil, a partir de un dibujo de Yu-na. Tras enfrentarlo, descubre una pista crucial para el caso.