Funny Little Stories

Mucho más que el temor al virus, es la paranoia del hombre de la casa lo que azora el cotidiano de la familia recluida. El hipocondríaco João, encerrado en un cuarto, comanda una estrategia de guerra. Una mujer irritada por la falta de sexo y una madre anciana que no se conforma con la perdida de libertad que le imponen insisten en desafiar las reglas sanitarias impuestas.

En un edificio de lujo que podría llamarse Brasil se encuentran las dos puntas simbólicas de un país marcado por la inequidad social. En el ático vive Edgar, profesional del mercado financiero. En la portería está Zezinho, que añora a su mujer desde que ella trabaja con cama adentro. La “camaradería” entre portero y residente disimula apenas una relación perversa de poder.

Claudia y Chico viven en la práctica el dicho: “cuando la falta de plata entra por la perta, el amor sale por la ventana”. Embarazada, ella recién perdió su empleo. Él compositor desconocido, no logra encontrar las changas de siempre. Juntos, se desesperan con los gastos. Es cuando a Claudia se le ocurre una idea que pone al marido con los pelos en punta: hacer sexo con clientes por la compu.

Robinson es el prototipo del "buscavidas". Vive con una familia numerosa en un “morro” de Río de Janeiro. Cuando la jefa lo mandó llamar para arreglar el sistema de internet en la casa hermosa de la productora, aprovecha que está vacía y se hace pasar por un millonario en las redes sociales. Pero la vida de Cenicienta empieza a perder el sentido cuando conoce a un “crush”.

Una pareja joven en el auge de la pasión se ve sofocada por la pandemia justo al comienzo de sus relaciones. De la noche a la mañana Gabi y Lucas están viviendo juntos, felices por la decisión. Al mes de una convivencia a solas forzada, se están por separar. La salida es apelar a una terapia de pareja online, recordar los primeros días de puro amor y reclusión voluntaria.

Viviendo sin pagar alquiler en casa de su exesposa, DaLuz, el agente desempleado de famosos tiene por fin una oportunidad de reincorporarse al mercado laboral, después de un agotamiento que le costó su trabajo como asistente de la estrella Anitta. Radiante, DaLuz no imaginaba que su nuevo desafío sería cuidar a Paçoca, una mascota celebridad que es explotada al máximo por su cruel dueña, Eulalia.