Tras la masacre de Boston, John Adams decide ser el abogado defensor de soldados británicos.

Luego de atestiguar sobre la sangrienta batalla, Adams discute los pro y los contra de un país independiente y propone a George Washington.

Cuando John Adams y Benjamin Franklin son asignados ministros plenipotenciarios, viajan a Francia para buscar apoyo de la milicia.

Convaleciente en Holanda, Adams se entera de la derrota de los británicos en Washington y Yorktown. Entonces, regresa a Paris.

Elegido como primer vicepresidente, Adams se siente frustrado por ser excluido del círculo privado del Presidente.

Pese a la insistencia y las presiones de los miembros de su gabinete, el Presidente Adams permanece firme en su decisión contra la guerra.