Red Flags

Érika tiene 16 años y, harta del consumo de cuerpos en las redes sociales, hace una publicación para denunciarlo. El mensaje cala hondo en otros tres adolescentes: Toni, Luna y Walter.

Érika sigue recibiendo odio por sus publicaciones, mientras conecta cada vez más con Sam. Walter se agobia por la presión de sus amigos. Luna descubre que su novio la está poniendo a prueba.

El grupo virtual creado por Érika se convierte, para los cuatro jóvenes, en un lugar donde encontrar apoyo y comprensión a sus problemas. Finalmente, toman la decisión de dar un paso más en su amistad.

El grupo de amigos se desvirtualiza en la fiesta donde Toni es DJ. Érika le cuenta a Andrea que besó a Sam, mientras que su amigo Brais coquetea con Toni, que no consigue quitarse a Igor de la cabeza.

Walter organiza una fiesta en su casa, donde su química con Luna y Érika les hace dar un paso inesperado. Las buenas vibras iniciales se truncan, y la amistad entre los cuatro queda pendiendo de un hilo.