Desesperado por obtener pruebas que demuestren que Gates es corrupto, Fleming lleva su relación con él al límite. Pero su comportamiento lleva a Morton a cuestionarse su lealtad como colega.
A Lindsay le niegan la fianza y se ve perseguida en prisión. Cada vez más desesperada, le revela a Kate su relación con un jefe policial y su teoría de por qué la están inculpando.
Después de sufrir un violento ataque en prisión, Lindsay recibe un permiso especial para visitar a su madre moribunda.
Mientras Lindsay lucha por su vida, surgen detalles conflictivos sobre una conspiración maliciosa que involucra a policías corruptos.