La muerte reparte la suerte
Cuando un extraño misterioso, Urista, con una pluma de águila familiar en su sombrero, llega a la ciudad, causa problemas al interrumpir la procesión del funeral del padre del joven Román Santil. Urista se aprovecha más de la desgracia de Román cuando Diego los ve en un juego de cartas de gran riesgo. Pronto, el extraño deja seco a Román y toma el control del rancho Santil. Cuando Urista usa sus nuevas tierras para contaminar el río que alimenta a todo el territorio, Diego decide que solo el Zorro puede encontrar la solución correcta.