América salvaje

Un capítulo resumen de los mejores momentos de la serie “América Salvaje”. Incluye a los astutos monos capuchinos rompiendo nueces en Brasil; al delfín rosado nadando en el Amazonas, al árbol de la munguba, con sus flores y frutos que alimentan a distintos animales de la selva inundada; a las peleas de los elefantes marinos en celo, y a sus crías tratando de sobrevivir de los ataques de las orcas en península Valdés; a los glamurosos bailes de los flamencos andinos; y al majestuoso jaguar, rey indiscutible de la selva latinoamericana, alimentándose en plena noche; y mucho más.

Patagonia es el extremo sur de América y uno de los territorios más variados y diversos. Incluye la costa Atlántica, donde se reúnen cientos de miles de pingüinos; los elefantes marinos, que pelean por sus harenes en las playas ventosas o leones marinos que son acechados y cazados por familias de orcas. En su interior las llanuras inmensas están habitadas por armadillos, guanacos o ñandús.

El desierto de Chile es el más seco del mundo. Sin embargo, las corrientes marinas que bañan sus áridas costas pasan por ser las más ricas del planeta. Allí nadan inmensos cardúmenes de peces asediados por tiburones de todo tipo. Esa riqueza ha creado las numerosas colonias de lobos marinos En su interior sobreviven animales extraños y bellos como los flamencos andinos, los mochuelos cavadores o los zorros grises. También habita aquí la extraordinaria lagartija de las salinas o los coloridos loros barranqueros.

El interior del Brasil es un territorio muy variado donde se mezclan ecosistemas tan dispares como el bosque seco o las llanuras de inundación. Esa mezcla en la que se incluyen ríos, cascadas y montañas da cobijo a una fauna diversa y extremadamente rica. Aquí vive el extraño lobo de crin o el huidizo oso hormiguero. También es el territorio de las escasos loros Jacinto o de los monos capuchinos, capaces de cascar con piedras las nueces más duras de estos bosques. A lo largo del año estos bosques y llanuras cambian drásticamente de aspecto dependiendo de la abundancia de las lluvias.

El corazón del continente sudamericano está ocupado por la selva del Amazonas, la más extensa del planeta. El río Amazonas y sus afluentes irrigan una selva ancestral llena de vida. Aquí vive el águila más grande, la harpía, cazadora de monos, pero la lista de su fauna no tiene fin: guacamayos, anacondas, decenas de especies de simios, decenas de miles de insectos o varios cientos de peces. Se trata de un mundo único donde descubriremos a los delfines del Amazonas, el rey de sus aguas turbias y también a sus acompañantes más terrestres como el ocelote o las nutrias gigantes.

Al norte de Sudamérica se extiende un enorme territorio de llanuras sin fin que cambian de aspecto dos veces al año: unas veces están inundadas hasta el infinito y, otras, casi secas. Este lugar extremo origina unos paisajes muy contrastados a los que se han adaptado animales tan extraordinarios como las capibaras, el roedor más grande del mundo, las gigantescas anacondas o los escasos caimanes del Orinoco. Aquí viven doscientas especies de mamíferos y más de seiscientas de aves. A pesar de la aparente simplicidad de su paisaje se trata de uno de los lugares más biodiversos del Planeta.