Una joven es brutalmente asesinada en su piso de Londres y la búsqueda de su asesino destapa escándalos e intrigas que se extienden desde clubs de alterne de los bajos fondos hasta lo más alto de la familia real.

Mientras la investigación del asesinato de Molly Ryan avanza, todas las miradas están puestas sobre Grace. Aunque Stan le pide que no salga de su apartamento, Grace está decidida a asistir al funeral de Molly.

Con el asesinato de Molly en las noticias de todo el mundo, Grace es objeto de abuso en las redes sociales. Mientras Grace se recupera del escarnio público, Stan intenta solucionar la situación del padrastro de esta, ya que podría estar relacionada con el caso de Molly Ryan.

Natalie descubre que la fiscal de la corona, Gwendolyn, no es tan imparcial en la investigación de Grace como trata de aparentar. El detective Bruno se ve atrapado por una indiscreción del pasado que amenaza con salir a la luz y debe decidir si dejará que afecte al caso de Molly Ryan.

Grace, agotada, pasa la noche en comisaría y se ve acosada por los paparazzi cuando intenta salir. Cuando la situación se pone fea, un desconocido la rescata. Tras escapar con el buen samaritano, comienza a sospechar de sus intenciones.

Mientras Luc está encerrado en comisaría, Gwen intenta encontrar la clave para vincular a Grace con el asesinato de Molly. Luc insiste en que Grace estuvo con él toda la noche en el tejado y Stan trata de soltarlo, así que a Gwen se le acaba el tiempo.