Ana Julia es tocada por las manos del Negro Malo quien además trae un amuleto consigo, es tanta su incomodidad al sentirse tocada por él, que su padre ordena un castigo de latigazos para él. Ana Julia arrepentida, trata de remediar la situación.

Ana Julia y el Negro Malo se encuentran en la iglesia, ella le informa al padre que ha sido aceptada en el convento. El padre de Ana Julia manda traer a Agripina para su satisfacción personal. Persisten los mareos de Ana Julia y el padre la resguarda.

Al saber que Negro y Ana Julia están ligados, Cachanga recomienda a Negro una ofrenda de flores para Ifat. Cecilio le pide a Ana Julia casarse con él. En un encuentro en el río, Negro y Ana Julia se besan, lo que de nuevo la hace tener una crisis.

Al ver de nuevo a Negro Malo, Ana Julia tiene otra crisis que hace que Negro sea castigado a latigazos, sin embargo, en esta ocasión Ana Julia y el cura intercedan por él. Ana Julia aclara sus dudas sobre Negro Malo con Encarnación provocando sus celos.

Tras haber querido matar a Ana Julia, Encarnación es perseguida por Mindonga, quien después de ultrajarla, la lleva con sus amos, la intercesión de nuevo del cura y de Ana Julia la salvan. Ante el enojo, el patrón prohíbe la celebración de San Juan.

La noche de San Juan tiene a unos trabajadores celebrando y a otros reprimidos. Negro Malo y Ana Julia se dejan llevar por el deseo. Encarnación paga muy caro su pecado. Meses más tarde, Cecilio es mandado llamar y se entera del embarazo de Ana.