De (mal) viaje con Eugene Levy

Un angustioso viaje en helicóptero lleva a Eugene al Amangiri, donde admira la belleza del desierto y establece una relación con la Nación Navajo que lo rodea.

Con la esperanza de lograr mantener el equilibrio, Eugene se hospeda en el ultralujoso Kudadoo: un hotel personalizado en una isla que ofrece “lo que quieras, cuando quieras, donde quieras”.

Eugene se hospeda en un hotel-tren suspendido sobre el parque nacional Kruger y explora las maravillas de la vida salvaje con personas dedicadas a la conservación de especies animales.

Las cosas toman un curso picante en Lisboa, donde Eugene aprende a hacer salsa piri piri. ¿Qué más hay en el menú? Navegación, pintura de mosaicos y una colaboración musical.

Inspirado por su hijo, Eugene viaja a Tokio donde sorbe fideos, practica sumo, recibe entrenamiento sobre tifones y se hospeda en el hotel HOSHINOYA.

Eugene comienza esta épica aventura con una celebración festiva, practica el llamado de alces y navega en kayak por uno de los ríos más largos del país.

El pasado se encuentra con el presente cuando Eugene explora su emotiva historia familiar en Glasgow y vive como si perteneciera a la realeza en el bellísimo castillo Candacraig.

Eugene experimenta el glamur al lado de Joan Collins, amplía su paladar comiendo ostras y prueba el arte de la apicultura en Provenza.

Lejos de los lugares trillados, en Sylt, Eugene explora un mundo de bienestar que incluye ayuno y baños de heno en el refugio holístico Lanserhof.

Eugene explora más a fondo el país de Europa que más le gusta visitar. En la agenda: búsqueda de trufas, cosecha de vino y justas.

En la diminuta isla de Milo, Eugene reflexiona sobre el valor de la familia cuando hace amistad con un padre y su hijo que viven su sueño.