En una clara mañana de 1932, Dolly (Felicity Jones), la futura esposa, se oculta en su dormitorio mientras muchos de sus familiares van llegando a la celebración acompañados de todo el caos, la alegría y la excitación que sobreviene en estas ocasiones. Pero los problemas aparecen cuando hace acto de presencia Joseph (Luke Treadaway), amante de Dolly durante el verano anterior y quien, para desesperación de su madre (Elizabeth McGovern), es capaz de trastornarla. Con un espléndido vestuario y preciosas imágenes de la campiña inglesa, "Un día perfecto para casarse" es una delicia de la tradicional comedia agridulce inglesa, repleta de principio a fin de un humor desenfadado y apasionado romance.