Asesino de policias
La acción se sitúa en una carretera donde se efectúa un control policial. El agente Insko se aproxima a un coche y pide a su conductor la licencia. Mientras hojea la documentación y anota en su agenda electrónica unos datos, recibe un disparo y el vehículo se da a la fuga. Además, el compañero que le acompañaba en el coche patrulla ha desaparecido misteriosamente. En la escena del crimen, Calleigh encuentra trazos parciales de las ruedas en la sangre que rodea el cuerpo de Insko.