El 19 de abril de 1995 comienza como cualquier otro día en la ciudad de Oklahoma, hasta que una bomba explota fuera de un edificio federal. Los ciudadanos se ven inmersos en el caos, y los equipos de primeros auxilios corren a contrarreloj para salvar a los que quedaron atrapados. Mientras los medios buscan respuestas, el FBI comienza lo que se convertirá en una de sus investigaciones más importantes.

El informe de una segunda explosión siembra el pánico y se ordena una evacuación. Los equipos de primeros auxilios deben luchar contra sus instintos y dejar atrás a los sobrevivientes atrapados, quienes temen por sus vidas. Mientras tanto, el país se pregunta por qué atacarían un edificio federal en el corazón del país, y el FBI inicia una búsqueda a nivel nacional para encontrar a los responsables del peor ataque terrorista doméstico en la historia del país.

El presidente Clinton llega a Oklahoma mientras las familias en duelo se reúnen para conmemorar a los fallecidos. El país enfrenta la dura realidad de que el autor del atentado es un veterano estadounidense que no muestra remordimiento. Una vez iniciado el juicio, el Gobierno busca la pena de muerte por el peor ataque terrorista doméstico en la historia de Estados Unidos.