El Bloke

Ginés Jiménez Buendía fue jefe de policía del municipio de Coslada durante más de 20 años. Más temido que respetado por todos sus amigos cercanos, su mano dura y sus métodos de trabajo cuestionables le valieron el apodo de "sheriff" de Coslada. En 2008, se descubrió el complot de corrupción que lo había convertido, hasta entonces, en una figura intocable en la fuerza policial.