Dexter Morgan, perito de rastros de sangre del Departamento de Policía de Miami Metro, tiene una doble vida. Cuando no ayuda a la División Homicidios a resolver asesinatos, se pasa el tiempo persiguiendo y asesinando a los tipos malos que logran escapar de la justicia.
Dexter no logra volver a matar. Debra regresa a trabajar.
Dexter sigue el rastro de una nueva víctima peligrosa, mientras Debra, traumatizada, pierde el control en el trabajo. Un agente importante del FBI llega a Miami para investigar a un asesino serial descubierto hace poco: el Carnicero de la Bahía.
Dexter persigue a su víctima más reciente: un hombre tan vil que solo puede ser vendedor de autos usados. Pero a Dexter le parece que el encanto del habla y las mentiras del hombre son algo que le hace falta estos días.
Mientras se hace pasar por drogadicto, Dexter consigue un padrino de Narcóticos Anónimos para complacer a Rita. Pero, cuando el padrino resulta ser una mujer hermosa que puede tener más en común con Dexter, Rita no se pone contenta. Mientras tanto, Dexter debe buscar una manera para alejar al agudo agente del FBI, Lundy.