En la temporada final, depredadores mortales empiezan a asediar a los sobrevivientes restantes. Deben encontrar energía en lo más profundo para asegurar los alimentos.
Ryan se separa del grupo y la tragedia acecha: un animal comienza a rondar su campamento cuando más indefenso está.
En apenas 24 horas, los frutos contaminados de un solo árbol desatan una cadena de eventos inesperados. Los participantes caen presas de la enfermedad y el pánico, y no parece probable que alguno logre llegar al día 40.