Cuando Steve Arnott es trasladado a la Unidad Anticorrupción AC-12, su blanco es el oficial del año, Tony Gates. Pero a Arnott le cuesta creer que el detective sea tan bueno como parece.

Después de darse cuenta de que Jackie lo engañó para que la ayude a encubrir su crimen, Gates busca desvincularse de ella. Pero cuando Arnott y Flemming se acercan a su secreto, Gates queda en una situación aún más peligrosa.

Arnott está convencido de que Gates tuvo algo que ver en la desaparición de Jackie. Con ayuda de Fleming, el equipo anticorrupción busca que Gates caiga en la trampa y revele su participación en el encubrimiento de los crímenes de Jackie.

Desesperado por obtener pruebas que demuestren que Gates es corrupto, Fleming lleva su relación con él al límite. Pero su comportamiento lleva a Morton a cuestionarse su lealtad como colega.

Después de que Gates se da a la fuga, la unidad anticorrupción se ve presionada a cerrar el caso de una vez por todas. Arnott se ve obligado a tomar algunas decisiones difíciles con relación a su lealtad.

Una sanguinaria emboscada a un convoy policial deja como saldo tres oficiales muertos y un testigo protegido luchando por su vida.