T1, E4: La teniente Giner revisa el lugar donde cayeron al mar los cuatro chicos sospechosos de violar a Alba, pero hay algo que no le encaja. Alba comparte confidencias con Tirso y da plantón a Bruno en una merienda familiar a la que decide no asistir. Giner reitera sus preguntas a una Alba que evitar dar detalles y le advierte que el caso se cerrará si no hay más pruebas. Rubén está inquieto e intenta asegurarse la lealtad de Hugo, frente a su primo Jacobo. Alba y Bruno revisan las cajas de la mudanza de Madrid y ella va tirando a la basura todos los recuerdos que les vinculan, sin contemplaciones. Exige a Bruno que planifique algo para salir de este infierno. Bruno, presionado por Alba, se presenta en el club de sus amigos e intenta que Jacobo ponga fin a las amenazas sufridas, pero el Entrerríos no se da por aludido y le recuerda que siempre fue como un hermano. Giner deja caer a Alba que quizá no hubo accidente en el caso de los cuatro sospechosos y teme que no fueran ellos sus agresores, pero el ADN que han recuperado para su cotejo, no puede confirmarlo; está contaminado al romperse la cadena de custodia. Cesar y Clara charlan sobre la hija del agente y lo lejos que está y terminan besándose. Bego termina enfada con Alba por su extraña actitud. Tiene a Bruno, pero coquetea con Tirso y además va de víctima. Jacobo intenta reconciliarse con Bruno, le recuerda que le quiere como un hermano, quiere ofrecerle trabajo y lamenta lo ocurrido con Alba. Clara, desde el almacén, lo ha oído todo y está horrorizada. Jacobo, Rubén y Sandra van al negocio de Tirso a por material de buceo. Alba aprovecha un error de Jacobo y es Tirso, el que llega a tiempo, para evitar un accidente. Clara, angustiada por lo descubierto, se desahoga con Cesar, el agente municipal, pero su amigo comete un error y Clara se da cuenta de que está implicado en este drama. Intenta alejarse, horrorizada, pero sufre una caída y queda inconsciente.