T1, E3: En este episodio cruzamos el charco hasta uno de los destinos estadounidenses favoritos de los más ricos en la costa atlántica: los Hamptons. Entre los famosos propietarios de mansiones a pie de playa están figuras como Steven Spielberg, Beyoncé, Jay-Z y Calvin Klein. Conoceremos a la agente de inmuebles de lujo Sarah Minardi. En el mundo de los más ricos, los compradores rara vez visitan personalmente las casas que barajan comprar, así que Sarah va a ver villas de 20 millones de dólares por ellos. Pese a las megamansiones, la vida en los Hampton se decanta más hacia lo discreto que hacia lo ostentoso. La clientela habitual de la marisquería de Duryea es multimillonaria, pero el restaurante no admite reservas ni atiende en mesa. Aunque llegar en un yate de millones de dólares ayuda. En la ciudad está el Stephen’s Talkhouse, que parece un bar y sala de conciertos normal y corriente. Sin embargo, con clientes como Paul McCartney, que puede levantarse y ponerse a tocar, el lugar no tiene nada de normal. El encargado, Nick Kraus, rememora una visita de Bill y Hillary Clinton. Finalmente, acompañamos a David, Jason y Justin, tres diseñadores de interior, mientras se divierten con sus amigos en el agua antes de ir a un cóctel de lujo en casa del dentista de los ricos y famosos, el doctor Larry Rosenthal.
