
T1, E4: Mientras los Mossos d'Esquadra niegan la existencia de un asesino en serie, la Unidad de Investigación Criminal trabaja en segundo plano para atrapar al escurridizo asesino en la operación Durmientes. El sargento Molina es uno de los voluntarios para infiltrarse entre los sintechos y vigilar sin ser detectado. Elena, su mujer, teme que pueda contagiarlas a ella y a la niña con COVID-19 y le prohíbe la entrada en su casa, lo que perjudica su salud y, lo que es más importante, su moral. Molina se obsesiona con la idea de que Elena tiene una aventura con su jefe, lo que le hace perder la cabeza. Por otro lado, la policía pide a los sintechos que duerman en grupos. Chamorro, Jonas y otras personas sin hogar montan un campamento improvisado, al que se han unido, entre otros, Allende, la pareja del "Filldeputa". Pero cuando surgen problemas de convivencia con Chamorro, Jonas abandona la protección del grupo. Mientras, Max se siente ofendido después de que Vilana le dé una bofetada, lo que le lleva a una conclusión funesta.