T3, E4: Booth y Brennan investigan el caso de un cuerpo completamente descompuesto que encuentran unos adolescentes en el jardín de un hospital de veteranos. Identifican a la víctima como Franklin Curtis, fundador de una cadena de supermercados de comida orgánica. El equipo descubre por la alta temperatura del cuerpo que este habría sido incinerado u horneado. Mientras tratan de esclarecer la causa inicial de la muerte en el laboratorio, Brennan y Booth interrogan a algunos sospechosos potenciales relacionados con la empresa de Curtis. Creen que un hombre de la competencia al que Curtis intentaba comprar su terreno para cultivos orgánicos podría tener algo que ver. Durante la investigación, también descubren que Curtis era muy mujeriego. Encuentran junto a los restos de la víctima los de otra persona, por lo que el equipo debe considerar la posibilidad de que haya sido un doble homicidio. Por otro lado, a Booth y a Brennan les asignan un psicólogo nuevo bastante joven, el doctor Lance Sweets. Este les advierte que, a menos que continúen con la terapia psiquiátrica, el FBI podría separarlos, así que cooperan a regañadientes.