Un refugiado alemán, Otto Keller, asesina al abogado Villette cuando es sorprendido por éste robando en su casa. Después del crimen, Keller esconde la sotana ensangrentada que ha utilizado para camufl arse y va a confesarse al padre Logan. A la mañana siguiente, el sacerdote se dirige a casa de la víctima que rebosa de curiosos y policías. En realidad, Logan no pretende delatar a Keller sino avisar a Ruth, su antigua amante, a la que el abogado Villette estaba sometiendo a chantaje. La extraña aparición de Logan en la escena del crimen y el testimonio de dos niñas que vieron salir al sacerdote de la casa del muerto hacen pensar al inspector Larrue, encargado del caso, que Logan es el culpable. Pero éste no está dispuesto a traicionar el secreto de confesión.