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En el siglo XVI, el señor Hidetora decide retirarse y dividir su patrimonio entre sus tres hijos, Taro, Jiro y Saburo. Saburo, previendo dificultades, se opone a esta decisión. Es desheredado. Pero el padre pronto descubre que sus dos primeros hijos se pelean entre sí, burlando su autoridad. Jiro asesina a traición a Taro y luego a Saburo, antes de descubrir que la responsable de este desaguisado no es otra que la viuda de Taro, que ha jurado vengar el asesinato de su familia a manos de Hidetora años antes. A partir de entonces, todo lo que Jiro tiene que hacer es morir luchando contra los enemigos del clan Hidetora.