El hombre que era mujer
Brennan y Booth se incorporan a un caso en el que aparecen los restos de un cadáver en la bahía de Chesapeake. Con tan solo la mitad superior de la víctima, el equipo tiene poco con lo que trabajar, aparte de sus implantes mamarios. Brennan y Booth visitan una pequeña comunidad eclesiástica en Maryland donde la víctima era pastora, pero no hay constancia de su existencia antes de que se mudara al pueblo cinco años antes. Tras encontrar la mitad inferior de la víctima, el equipo se da cuenta de que sus suposiciones iniciales sobre la víctima pueden no ser correctas. Sweets analiza el estado psicológico de esta y el último pupilo de Brennan aporta sus propias conclusiones. El equipo debe descifrar quién querría verla muerta: desde posibles intereses amorosos hasta su familia, o incluso los feligreses de la iglesia donde era pastora. La anatomía del caso es muy confusa.