Gus Hoffman

Zack está contento porque Cody se va a un campamento de matemáticas. Pero enseguida se da cuenta de que la vida sin Cody no es como él se la había imaginado. Todos sus amigos se han ido de vacaciones y el personal del hotel anda demasiado ocupado como para jugar con él. Sin embargo en el campamento de matemáticas, Cody y sus compañeros de clase se divierten calculando la cantidad de oxígeno que contiene el lago... Mientras tanto, London aprende a conducir. Como su padre nunca está, Moseby se encarga de ayudarla, pero enseñar a London será mucho más difícil de lo que Moseby había pensado.

London se ha enamorado de un chico muy guapo llamado Trevor, un estudiante de méritos que acude a un curso especial en el Tipton. Por eso decide pedirle a Maddie que la ayude a hacerse pasar por una erudita. Pero London acabará con la paciencia de Maddie. Mientras tanto, Cody se ha cansado de compartir habitación con su hermano porque Zack es un desastre y no limpia nada. Así que se muda a un armario del hotel y lo convierte en su pisito de soltero.

London se apunta al colegio de monjas de Maddie para mejorar sus notas, pero odia el uniforme y las instalaciones de la escuela. Por supuesto, acaba metiendo a Maddie y a ella en un lío bien gordo. Mientras tanto, Zack y Cody atraviesan un muro por accidente ¡y descubren que hay un equipo de fútbol femenino al otro lado de la pared! Arwin tendrá que encargarse de arreglar las cosas. De nuevo en el colegio de monjas, Maddie y London, para evitar que las castiguen y poder escaparse, acaban haciéndose pasar por monjas finlandesas que están de visita.

Zack, Cody y sus amigos se apuntan a los scouts. El señor Moseby organiza una excursión a la montaña, pero un mapache les roba todo el equipo y Zack, a quien se le da bien todas las actividades al aire libre, tiene que ir a rescatarlos y pesca un montón de peces para que puedan comer. Cody siente celos de su hermano, porque se le da muy bien todo lo que no tiene que ver con el colegio. Por eso hace trampas y roba comida de una casa que hay cerca. Sin embargo, acaba sintiéndose aún peor cuando el resto de chicos se entera de lo que ha hecho para conseguir la comida.