Después de una gran tragedia, el club tiene que analizar sus vínculos de hermandad.
Con la banda dividida en el funeral de Donna, Clay prepara un nuevo trato con el IRA.
Cuando un miembro de Sons of Anarchy desaparece y otro es detenido y acusado de asesinato, Jax tiene que elegir entre la amistad o el club.
Para poder pagar la defensa de Bobby, Clay toma una decisión que deja a la banda en una posición muy vulnerable.
El negocio de las armas está siendo más lucrativo que nunca para la banda, mientras la agente Stahl les vigila de cerca.