Como si lo supiéramos
Pese a los esfuerzos del personal del Seattle Grace, la situación de código negro se agrava: mientras el hombre con la bomba alojada en su pecho sigue en el quirófano de Burke, el malherido esposo de Bailey sigue en manos de Derek. Entretanto, Bailey aún no ha dado a luz. Pasado el peligro, el estrés le pasa factura a Richard, y sufre lo que parece ser un infarto.