Mary Matilyn Mouser

Megan Hunt, neurocirujana convertida recientemente en patóloga forense, colabora con inspectores del Cuerpo de Policía de Filadelfia en la investigación del asesinato de una joven. Mientras Megan quiere participar en todos los aspectos del caso, el inspector Bud Morris se muestra reacio a que ella asuma tareas policiales. Megan, sin embargo, le hace caso omiso y demuestra su eficiencia hasta que el estrés derivado de su tensa relación con su hija, entre otras cosas, ocasione que se muestre demasiado agresiva con un sospechoso, poniendo en peligro el frágil caso. Ella sigue trabajando a pesar de la adversidad y, cuando llega el momento de interrogar a una sospechosa, el inspector Morris acepta su ayuda y permite que la arrincone para que confiese el asesinato. A lo largo del episodio, el compañero de Megan, Peter, ayuda a la reacia Megan a crear un lazo más estrecho con su hija y a empezar a reparar su dañada relación.

Cuando la Unidad de Análisis de Conducta acude a Salt Lake City, Utah, para investigar un triple homicidio, la búsqueda de una conexión entre las víctimas podría llevarles hasta un fugitivo que podría tener lazos con el sujeto.

De vacaciones en México, Cal y Emily se implican en el caso de una estadounidense desaparecida. Mientras tanto, en Washington D.C., el rival de Foster y Cal, Jack Rader (Marc Blucas), investiga un caso de sangre contaminada en los hospitales de la zona

Cuando una pareja joven es hallada tiroteada dentro de un coche, el inspector Morris piensa que se trata de un asesinato-suicidio, pero Megan está convencida de que hay algo más detrás de la trágica muerte de la pareja que apunta a que fue simplemente un asesinato. Dave y Linda procedían de entornos muy diferentes, pero se conocieron y encontraron el amor a pesar de que los padres de Linda no querían que estuvieran juntos. El amor del padre por su hija era tan fuerte que la mató accidentalmente cuando pensaba que la estaba protegiendo. Entretanto, Megan pretende que su relación con Lacey avance demasiado deprisa y se siente dolida cuando ella le pide tiempo e intimidad.

Cuando las manos y los pies de un cadáver descuartizado aparecen enterrados, Megan y su equipo tienen que identificar a la víctima y localizar el resto del cuerpo. Consiguen identificarla por el número de serie de su rótula artificial, pero la investigación se complica cuando descubren que la persona que descuartizó el cadáver no cometió el asesinato. Mientras, Lacey visita las oficinas de Megan para un trabajo del colegio. Megan trata de controlar las cosas que Lacey ve allí, pero la fascinación de su hija por todo lo macabro obliga a Megan a hacerle comprender que las víctimas son algo más que la suma de las partes de un cuerpo: son seres humanos a los que hay que velar.

Cuando un padre y amo de casa es hallado muerto en el hogar familiar, Megan recuerda la muerte de su padre cuando era niña. Al recibir una inesperada visita de Lacey, Megan trata de seguir concentrada en el caso y al mismo tiempo atender a su hija. Entretanto, Todd pide ayuda a Kate para determinar la edad de un cliente al que representa y el examen da lugar a un resultado desconcertante.