Una pareja de recién separados, Jorge y Yolanda, van a vivir uno al lado del otro, en sendos chalets contiguos. Pero no es la proximidad entre ambos el primer problema con el que se van a enfrentar: con Jorge, se instala a vivir su madre, Leonor, con el propósito de volver a unir a la pareja; con Yolanda se instala Mónica, su hermana pequeña, con el propósito de hacer lo que le dé la gana. Pero también es la historia de sus vecinos, Goyo y Nati, una pareja mucho más convencional –o al menos así lo parecen-, con tres hijos, Fernando, Paula y Elena. En este primer capítulo heredan el negocio de los padres de Goyo, y, muy a su pesar, se convierten en pasteleros. Y es que sus vecinos tienen unos trabajos con mucho más glamour: Jorge es cirujano plástico y Yolanda presenta un programa de late-night en una televisión.

Yolanda tiene que acudir a una gala de entrega de premios y necesita acompañante Intenta contactar con antiguas amistades sin éxito y al final tiene que recurrir a Nati, la vecina pastelera. Entretanto, Jorge retoma su vida de soltero y sale a celebrarlo con sus amigos, Juan Luis y Rafa. Mónica descubre al hijo de los vecinos, Fernando, espiándola mientras toma el sol en el jardín. Cree que está enamorada de ella, pero no es la única porque Simón también piensa que el chico se ha enamorado de él. La pastelería no es un negocio tan boyante como Nati y Goyo pensaban. Su hija Paula les sugiere que se dediquen a hacer pastelería erótica.

Un médico de urgencias visita a Yolanda a las cuatro de la mañana y Jorge y Leonor, que le han visto llegar y espían desde el jardín, le interrogan y llegan a la conclusión de que está embarazada. Al día siguiente, Mónica se siente ofendida porque Yolanda había recurrido a Úrsula en lugar de a ella y decide cambiar de actitud. Así pues, le confía a Simón sus planes para ayudar a su hermana a encontrar pareja. Entretanto Nati y Goyo son sorprendidos por Yolanda mientras sacuden la alfombra en el jardín y le confiesan que son grandes aficionados al tenis, tanto, que se han comprado una televisión de plasma para ver la final del open de USA. Yolanda les pide que la inviten y Nati tiene que desplegar todo su ingenio para conseguir inmediatamente una televisión.

Yolanda está en crisis porque se ve mayor. Los telespectadores envían mensajes a su programa comentando sus arrugas y ella, aconsejada por Mónica, renueva todo su vestuario con la intención de parecer más joven. Las relaciones entre Leonor y Simón no mejoran. Ahora Leonor sospecha que Simón es gay y teme que pueda “pegárselo” a Jorge por lo que va a someterlo a un exhaustivo interrogatorio con la intención de sacarle la verdad y que Jorge le despida. Nati y Goyo siguen con problemas económicos, así que Nati decide ir a la oficina del INEM, solicitar el paro y seguir trabajando ilegalmente en la pastelería. Pero el funcionario del INEM le ofrece un trabajo de telefonista desde casa que Nati no puede rechazar.

Yolanda está estresada con su trabajo y piensa ir a pasar el fin de semana a un balneario. Nati y Goyo, para no ser menos, le dicen que ellos lo van a pasar en el casino de Montecarlo, pero al final Yolanda cambia de idea y decide quedarse y divertirse en la fiesta que está preparando Mónica. Goyo, Nati y toda la familia tienen que ocultarse en casa durante todo el fin de semana para que no les descubran su mentira. Fernando es el único que se libra y le pide cobijo a Cipri, que le convence para que le alquile a Mónica el local de la pastelería aprovechando que no están sus padres y montar allí la fiesta. Entretanto, Leonor sigue sospechando que Simón es gay y que en realidad está enamorado de su hijo Jorge y consigue que hasta Jorge piense que es verdad. Rafa está deprimido porque ninguna mujer le hace caso, y mientras Juan Luis trata por todos los medios de convencerle para que se opere, Úrsula va a aplicar los suyos para subirle la autoestima.

Nati le pide trabajo a Yolanda para su hijo Fernando y ella lo propone al director para una plaza de ayudante de plató que ha quedado libre en su programa. Mónica se enfada con Yolanda porque no le da el trabajo a ella y recurre a Adolfo para que le ayude a conseguirlo. Leonor sigue instalada en casa de su hijo y ha comprado una cama para quitar el tren de su habitación. A Juan Luis se le ocurre la idea de buscarle un novio para que se vuelva a su casa y contrata a un seductor profesional en una página de contactos. Nati y Goyo ven que Bocaditos sigue sin dar beneficios y aceptan un importante pedido de un propietario de restaurantes eróticos para elaborar sus postres. Con la ayuda de Paula buscan todo tipo de sustancias afrodisíacas para conseguir que los pasteles sean más eficaces. Juan Luis tiene una cena anual con sus amigos que consiste en ver cuál de ellos consigue ir acompañado por la chica más fea. Este año está convencido de que va a ganar porque piensa invitar a Úrsula.