Gilberto Gil reúne a su familia en su casa de campo para planificar una gira europea que los tendrá a todos juntos en el escenario por primera vez. La expectación por los conciertos es enorme y solo tienen dos semanas para concretar los detalles de las distintas actuaciones. Cada Gil debe elegir una canción para entrar en el repertorio.

En la casa de campo de los Gils, es hora de celebrar el Día de San Juan, una de las fiestas más adoradas y esperadas de la familia. Durante los preparativos de la fiesta, recuerdan el turbulento período de la dictadura militar brasileña, así como el exilio forzoso de Gilberto Gil.

Mientras el sol brilla sobre las montañas, las Chicas abordan temas controvertidos y comparten historias de racismo encubierto que han sufrido. Mientras conversa con sus hijas, Gilberto Gil recuerda los problemas y desafíos a los que se enfrentó durante su mandato como ministro de Cultura de Brasil.

Es el cumpleaños de Gilberto Gil y la familia planea una gran celebración. Pero no es el único cumpleañero: su nieto João comparte la misma fecha de nacimiento. Es un día lleno de alegría para brindar por los nacimientos y los ciclos de la vida dentro de esta importante familia.

Es el último día de confinamiento creativo y aún no se ha establecido el setlist de la gira. La familia se reúne para hacer los últimos preparativos y planificar su viaje a Europa. Entre una reunión y otra, las niñas hacen ofrendas al orisha Oxalá y se relajan jugando al fútbol, algo que siempre es objeto de mucha controversia en la familia.

La gira europea de los Gils ha empezado con buen pie, con unas jornadas emocionantes en Alemania y Dinamarca. Incluso a sus 80 años, Gilberto demuestra que no está acabado.