Teresa se entera de que el viejo matador se entiende con una de las chicas de su negocio y lo pone en la calle tras 20 años de convivencia.

Uno de los hijos que Juncal tuvo con Julia Muñoz es ahora un novillero de moda bajo la protección de su tío. Mientras tanto, Juncal trata de subsistir como puede una vez que sabe que es imposible volver con Teresa. Al ver su situación, Búfalo, un antiguo admirador, lo recoge en su casa.

Juncal se entera de que su hijo va a torear en la Maestranza de Sevilla y está decidido a ir a verlo. En su mente empieza a cobrar fuerza la idea de regresar a Córdoba y recuperar a su familia, aunque sabe que para eso necesitará dinero.

Juncal se ha instalado en un hotel de lujo en Córdoba tratando de aparentar una posición de la que carece. Allí conoce a una mujer con la que entabla una relación amorosa, aunque evita la posibilidad de que les vean juntos. Mientras, emprende la reconquista de la bien situada familia.

El hijo de Juncal mata un toro en casa de su amigo y protector don Eduardo. A la fiesta posterior acuden amigos y entre ellos don Eduardo descubre a Juncal, propiciando una posible reconciliación entre el diestro triunfador y su padre. Enterada de esto, Julia le propone a Juncal un trato.

Julia pide a Juncal que insista en su intento de apartar a Manolo de los ruedos y que le acompañe en sus corridas. En Sevilla Juncal se entrevista con su antigua amante, Teresa y le confiesa que es la mujer a quien más ha querido.