Ro y Low le roban el gorrito a Blu. La broma se complica cuando se les cae por el agujero negro de un cuadro. Blu se sumerge en sus profundidades para recuperarlo, pero queda allí atrapado y asustado. Cuando sus amigas le lanzan una escalera mironiana, Blu tendrá que armarse de valor para treparla.

¡Hoy hay función en el cuadro del circo! Blu y Low esperan su turno para coger sitio. Ro, sin embargo, se cuela por una puerta trasera y llega la primera. Pero lo que Ro no sabe es que su atajo la llevará directa al escenario donde tendrá que sumarse a un vertiginoso espectáculo sobre ruedas.

¡Kikirikí! Los Mironins se activan. El gallo canta de nuevo y la escena se repite. Y así una y otra vez... Y es que el gallo está rallado y ellos han quedado atrapados en una repetición matutina. Low tendrá que visitar al sol y a la luna para descubrir el origen de esta extraña confusión temporal.

Es verano y los mironins se dan un chapuzón en un cuadro refrescante. Cuando una ola enorme se acerca, Low y Ro la surfean, pero Blu se hunde en las profundidades marinas y llega a una cueva con pinturas rupestres. Blu tendrá que descifrar sus secretos ancestrales para surcar con éxito los mares.

Blu y Low preparan un picnic en La Masía, mientras Ro se escaquea para jugar a los vaqueros. Al abrir el establo para montarse en un caballo, muchos otros se escapan y se arma un gran revuelo en el museo. ¿Será capaz Ro de hacerles regresar a la masía antes de que la vigilante se despierte?

Esta noche los mironins no se ponen de acuerdo: Blu propone explorar un cuadro con formas suaves para dormir, Ro otro con líneas curvas para patinar y Low señala uno que... ¡está vacío! Sus amigos se ríen de ella, pero pronto descubrirán las infinitas posibilidades que contiene un lienzo en blanco.