“J.D.” Dorian, un médico recién salido de la escuela de medicina, se siente inútil ante la obligación de tratar a enfermos irascibles y enfrentarse a los residentes del Hospital del Sagrado Corazón. Lo acompañan dos internos, Chris Turk y Elliott Reid (que es una chica a pesar de tener un nombre de chico). Deberá enfrentarse a un paciente airado, a uno de los cirujanos más veteranos del hospital y a un conserje psicópata que quizá intenta matarlo…

El sardónico doctor Cox irrita a J.D. que tiene necesidad de sentirse aceptado; la falta de tacto de Elliot irrita a Carla, con la que Turk flirtea sin descanso.

Situaciones personales y profesionales ponen a prueba los límites de la amistad entre J.D. y Turk; un tema sexista hace que Elliot se enfrente a Kelso.

J.D. se siente unido a una mujer moribunda; Turk realiza una operación a un paciente con una hernia; Elliot se enfrenta a una Carla desatada.

J.D. menciona lo que parece ser un error técnico al doctor Kelso, pero en realidad era un intento del doctor Cox de salvar a una mujer sin seguro con el seguro de un fallecido.

El doctor Cox se enfrenta a una suspensión y, casualmente, asignan a J.D. una paciente especial: Jordan Sullivan, una importante miembro del consejo. Es muy exigente y J.D. acaba acostándose con ella cuando le canta las cuarenta. Pero desconoce que es la exmujer del doctor Cox y la única que puede salvar al mentor de J.D. de que el malvado doctor Kelso lo despida. Mientras, asignan a Elliot el cuidado de un psicólogo al que le han cosido la boca y del que acaba como paciente. La madre de Carla monta un escándalo cuando Turk pasa la noche con Carla, y cuando se rompe la pierna, Carla culpa a Turk.