El director Blake Edwards detona una bomba de risas en odisea a cargo del más inepto de los detectives franceses. Clouseau anda desaparecido y el presidente de Francia le ordena a Dreyfus (Lom), el más acérrimo rival de Clouseau, encontrarlo. Sin esa intención, Dreyfus ingeniosamente contrata al peor detective del mundo, para asegurar que Clouseau jamás sea hallado.