La recién nombrada secretaria de Estado Elizabeth McCord se enfrenta de inmediato a una vorágine de complejos desafíos políticos, y una crisis internacional de rehenes es su máxima prioridad.
Mientras Elizabeth trabaja para negociar con éxito un tratado de paz entre China y Japón, un estudiante chino que busca asilo político amenaza el acuerdo.
Cuando el presidente aprueba la reactivación de Henry en la Agencia de Seguridad Nacional, le miente a Elizabeth sobre su continua participación en el juego de espionaje.
Elizabeth se enfrenta a su antigua amiga Juliet y recuerda cuando el entonces director de la CIA, Dalton, le ofreció un trabajo que habría cambiado el curso de su vida.
Elizabeth viaja en secreto a Irán en un intento de evitar un golpe que podría afectar la administración del presidente Dalton. Además, pone al día a su personal sobre la investigación de la muerte de Marsh.