Tras el asedio de Haqqani en la embajada de Estados Unidos en Islamabad, el gobierno estadounidense rompe relaciones diplomáticas con Pakistán debido a la complicidad del ISI en el ataque. En consecuencia, todo el personal sobreviviente de la embajada regresará a Estados Unidos, y el futuro del embajador Boyd, Lockhart y Carrie es incierto.
Ahora que Aasar Khan ha identificado a Dennis Boyd como el infiltrado estadounidense, sin revelar quién es el contacto de Dennis dentro del ISI, Carrie debe decidir qué hacer, ahora que los talibanes han vuelto a capturar a Saul. A estas alturas, Carrie no permitirá que Saul muera, sobre todo después de una llamada inesperada que recibe desde Estados Unidos. Ella y el equipo deben decidir cómo lidiar con Dennis con las pocas pruebas que tienen sobre sus actividades.
Redmond le da a Carrie información sobre la pista de Quinn. Saul le pide un favor a un viejo amigo en el ejército paquistaní. Fara descubre una conspiración bien arraigada.
Carrie trata de ganarse la confianza de un informante aterrado. Saliendo de la ciudad, Saul tiene la suerte de ver un rostro familiar. Quinn y Fara vigilan a un nuevo sospechoso.
Carrie acusa con soberbia al ISI de sabotear todas las investigaciones, pero encuentra que el caballeroso general Aasar Khan coopera lo suficiente para convencer por completo hasta a Quinn. Con la esperanza de vengar a Ayyan, Carrie trata de rastrear la medicina que él iba a darle a su tío talibán Haissam Haqqani a través de la enfermera y novia del villano, pero las pastillas le hacen perder la memoria y el autocontrol.