Cuando la policía encuentra a la familia del empresario ruso Vladimir Pokhilko brutalmente asesinada en su casa de Silicon Valley, algo muy intrigante llama la atención de los investigadores: la falta de pruebas.
Los detectives del presunto asesinato-suicidio siguen desconcertados por la inconsistencia de las pruebas, pero cuando empiezan a sospechar que la escena puede haber sido alterada, una nueva fuente cambia el curso de la investigación.
Sandra Brown, una investigadora retirada de Palo Alto, hace descubrimientos sorprendentes al regresar a la escena del crimen y decide probar que Vladimir Pokhilko no mató a su familia y luego se suicidó.