T1, E3: Claudia despierta y ve a Ángela en el jardín, reviviendo un pajarito muerto. Tras la muerte de Canseco, la policía desestima sus palabras, pero Salazar cree que hay más. Descubren vínculos con un orfanato donde marcaban a los niños con tatuajes. Aunque no hallan marcas visibles en Canseco, Salazar descubre una en su labio. Claudia visita a un médium que le asegura que Ángela está viva, pero luego aparece muerto. Cuando todo parece perdido Claudia recibe una segunda llamada de Ángela.
